jueves, 15 de abril de 2010

La Inocencia


Vaaaaaaaaaaamos a improvisarr

Hace tiempo que vengo pensando sobre este tema: LA INOCENCIA... Es tan lindo ver como los nenes chiquitos se divierten, saltan, corren... Cuando hacen preguntas sobre algo que no entienden, cuando suben las escaleras con sus mochilas carrito, cuando van al kiosco y preguntan "cuantos stickers me alcanzan con esto?".
Es realmente hermoso, conmovedor y satisfactorio estar en contacto con ese tipo de realidad.
En el colegio se respira inocencia, se respira paz...
El otro día un nene vino corriendo a abrazarme de la nada, y les aseguro que fue un abrazo lleno de amor.
Y me pregunto.. Cómo puede un nene tan chiquito, una ínfima personita, transmitir tanto amor, tanto cariño con tan sólo un abrazo? -sobre todo cuando era la primera vez que me veía-
Qué mágicos que son los chicos... Y jamás estuve tan segura de lo que quería como ahora. Me siento feliz de haber elegido esto. Siempe supe que en mí había un INSTINTO MATERNAL muy marcado... Pero un instinto docente también... Y es hermoso poder decir "ESTO ES LO MÍO Y ESTOY ORGULLOSA DE QUE ASÍ SEA"
Ahora todos los días sueño con las clases, con las cosas que les quiero enseñar (tanto a nivel conceptual como moral), los libros que quiero leer con ellos... Y es hermoso sentir que pusiste tu granito de arena, para que, esa personita que conociste a los 10 años, se convierta en adulto... Es hermoso ver que un chico se saca un 10 gracias a lo que VOS le enseñaste.
No existe mejor profesión que ésta. Pero sólo puede ejercerla quien tenga la vocación.
Me siento una especie de "elegida". La misión que tengo es MUY IMPORTANTE. No es ninguna pavada EDUCAR chicos.... Pero como tengo la certeza de que esta es mi vocación, sé que la voy a asumir con entereza y responsabilidad.

Espero poder enseñarles que lo más importante que tienen, SU INOCENCIA, es lo que NUNCA tienen que perder: su niño interior.
Si hay algo que los chicos saben hacer bien, es llegar al corazón de la gente. Sacan lo mejor de cada uno. Y espero lograr que JAMÁS lo pierdan.

jueves, 1 de abril de 2010

Juegos de Azar


Siempre que nos va bien, decimos que es gracias a la suerte, y cuando no, lo contrario… Pero, Existe realmente la suerte? Realmente hay una fuerza que determina que a uno le salgan las cosas bien?... Si yo evito pasar por debajo de una escalera, o llevo un trébol de 4 hojas, significa que todo en la vida me va a salir bien?
No. Porque la suerte la hacemos nosotros. La vida es una moneda, y hay que saber gastarla.
A veces, de las cosas malas surge algo bueno, o viceversa… Sólo hay que saber verlo.
Lo que para uno es buena suerte, para otro quizá no lo sea. La suerte es algo relativo. No existe la buena o mala fortuna… Es cuestión de la visión de cada uno. Todo depende de según cómo se mire…
Miles de veces escuchamos: “hay que mirar el lado lleno, y no el vacío del vaso”?, pero cuántas le hacemos caso?..
Nada es azaroso. Todo tiene un porqué. Sería un tanto ingenuo pensar que todo en este mundo pende simplemente de la suerte. No existen las casualidades, sino las CAUSAlidades. Todo pasa por ALGO. Uno puede llevar todas las patas de conejo que quiera, o evitar romper todos los espejos… Pero si algo tiene que pasar, va a pasar. Nada depende de la suerte. No hay que dejarle nada, ni dar nada por sentado. La vida no es un juego de azar, nada se da por casualidad. Cada uno forja su propia suerte. Eso depende de nosotros…
Somos seres humanos, es obvio y normal que en la vida tengamos y buenas y malas…Las buenas están para disfrutarlas, y las malas, para aprender. Aprovechémoslas, crezcamos con ellas, y aprendamos a verles el lado positivo. Les aseguro que lo tienen. Siempre hay un lado positivo.

lunes, 29 de marzo de 2010

Mentiras Piadosas ·



“Ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor”, diría Sabina.
Pero existe realmente lo que se dice una Mentira piadosa?, hay mentiras más leves que otras? Se puede proteger a alguien de la verdad? O acaso hasta la más dura realidad es aún mejor que una mentira?
Cuántas veces habremos estado en este dilema, no? “le digo o no le digo?” “mejor no, se va a enojar” o “le miento para no hacerle mal”. Nos escudamos en las famosas Mentiras piadosas, para sentirnos un poco mejor… Pero al fin y al cabo, las mentiras son eso, mentiras.
Si le mentimos a alguien “por su bien”, nos estamos mintiendo a nosotros mismos, pues ninguna mentira hace bien.
“La mentira tiene patas cortas”, nos decían nuestros papás cuando éramos chicos… Y sí, la mentira en algún momento se descubre… Y cuando llega ese momento, todo nuestro mundo se desmorona.
Nos molesta que nos mientan, más que cualquier otra cosa en la vida. Vivir en un engaño es lo peor que nos puede pasar. Darnos cuenta de que confiamos en alguien que nos estuvo mintiendo todo el tiempo, es una gran decepción…. Pero entonces, por qué mentimos? No nos importa, acaso hacerle mal a otra persona?. Tan egoístas somos? Qué va a pasar cuando se entere que le mentimos? Va a dejar de confiar en nosotros?.
“Hazte la fama y échate a dormir”, dicen. Una persona que siempre miente, a la larga o a la corta, deja de ser confiable.
La mentira es un vicio. No se puede decir sólo una… Una vez que se empieza, se tiene que seguir mintiendo para cubrir la primera, después la segunda, la tercera… Y así nos vamos envolviendo en un gigantesco hobillo de mentiras, que no nos llevan a ninguna parte.
No es más fácil decir la verdad, de primera, que estar un mes mintiéndole a alguien “para hacerle un bien”?. Qué bien le hacemos? Ocultarle la verdad?... Se supone que eso es un bien?... No, porque la mentira de una u otra forma se descubre, y no hace más que lastimar. Lastima al engañado, y también al que mintió.
La mentira no soluciona nada, sólo patea los problemas para un poco más adelante. Lo cual hace que sean peores aún, que lo que eran al principio.
Basta de engaños, basta de mentiras. No existen las mentiras piadosas, no nos engañemos más.
Por supuesto, no me refiero a las mentiras que posibilitan un cumpleaños sorpresa, o un regalo… Pero nosotros sabemos distinguir entre lo que se puede, y lo que no se puede ocultar. Mentimos por miedo. Miedo a la reacción de la otra persona, miedo de lo que nos puede llegar a pasar… Basta de dominarnos por el miedo! Si algo es malo ahora, dentro de un mes va a ser todavía peor.
La mentira no sirve. Empeora las cosas.
Si no nos gustan que nos mientan, dejemos de hacerlo. Empecemos por nosotros mismos, si queremos que el resto cambie.